Mi papá Charles Brewer-Carías descubrió junto a un grupo de expedicionarios una cueva en el macizo del Chimantá, en Venezuela.

Pasaron algunos años desde su descubrimiento hasta que pude convencerlos que ser "una mujer" no era ningún impedimento para poder ir a tan anhelada expedición.

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Poder compartir con un grupo de científicos esta experiencia fue muy importante, pero más todavía fue poder compartirla con mi papá.

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De ese viaje escribí un relato con algunos dibujos y fotos, describiendo la sensación de estar en un lugar tan interesante.